Pasaron 50 días desde aquel 19 de noviembre en el que la Cámara de Casación Penal de Paraná dictó la prisión preventiva de ambos condenados por corrupción. En una maniobra polémica, el presidente del Superior Tribunal de Justicia, Leonardo Portela, habilitó la feria judicial y votó, junto a su par Germán Carlomagno, para anular aquella medida cautelar.
Es decir, el exmandatario pasó detenido 50 de los 2.850 días de la condena que le impuso el Tribunal de Juicio (menos del 2% de los ocho años de prisión); su cuñado estuvo el mismo lapso de los 2.370 días (poco más del 2% de los seis años y medio).
Cabe recordar que la sentencia no está firme debido a que se encuentra en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que debe resolver sobre cuestiones técnico-jurídicas, no acerca de los hechos delictivos contra la administración pública provincial por la cual fueron condenados, los cuales tienen confirmación en dos instancias. El máximo tribunal del país demora varios años en resolver estos recursos, por lo que Urribarri podría no volver a una unidad penal.
En horas de la mañana de este miércoles, el Servicio Penitenciario de Entre Ríos recibió el oficio del STJ que ordenaba la liberación de ambos penados. La decisión les fue comunicada por los efectivos de la Unidad Penal de Paraná y comenzaron a preparar sus cosas para retirarse.
A las 12.45, Aguilera salió del establecimiento penitenciario luego de que lo buscara su esposa, Luciana Almada. En el vehículo familiar regresó a la importante vivienda que tienen en calle Fray Antonio de Montesinos, en un tranquilo y residencial barrio en la zona del Acceso Norte de Paraná, con piscina, quincho y todas las comodidades.
Mientras tanto, Urribarri estaba aguardando la llegada de su hijo Mauro para regresar a la ciudad de Concordia, a la amplia vivienda de calle Néstor Garat, con que cuenta con el máximo confort, donde fue detenido aquella mañana del 19 de noviembre.
Cabe recordar que ambos estuvieron juntos en un espacio que les habilitó el servicio penitenciario: una habitación de tres metros por cuatro, con salida a un patio interno de similares dimensiones.
Junto a ellos fue alojado el exministro de Comunicación y Cultura, Pedro Báez, cuyo trámite de la prisión preventiva corre aparte, pero en febrero podría tener una resolución igualmente favorable y salir del encierro.
Los tres pasaron en esa celda Navidad y recibieron Año Nuevo, con las visitas durante cada día dentro de lo que establece el régimen penitenciario.
Fuente: Análisis Digital.