En agosto la canasta básica total (CBT) trepó 4,4 por ciento respecto al mes anterior y la canasta básica alimentaria (CBT) subió 3,9 por ciento, según informó Indec el miércoles. La primera se ubicó por arriba de la variación del índice de precios al consumidor (IPC) que fue 4,2 en el mes, en tanto la segunda subió menos de la mano de una desaceleración en los precios de los alimentos y bebidas básicamente. Tanto la CBT como la CBA aceleraron la suba de precios respecto de julio, cuando habían anotado variaciones del 3,1 por ciento. Para no ser pobre un hogar tipo necesitó 939.887 pesos en agosto (el valor de la CBT) y para no ser indigente debió tener ingresos por al menos 421.474 pesos (CBA), muchas familias no alcanzan a cubrir estos umbrales de ingresos.
En el acumulado del año las dos canastas crecieron menos que el IPC, que trepó 94,8 por ciento. Según datos oficiales, la CBT subió 89,6 por ciento en los primeros ocho meses del año y la CBA 75,1 por ciento, mostrando que es el alza en los servicios –y especialmente en los regulados por el sector público- lo que empuja la inflación en la era Milei de las desregulaciones. Por el contrario, la variación en el precio de los bienes se mantiene más aplacada por el efecto de la recesión doméstica, que mes tras mes marca caída en las ventas de supermercados y otros centros de compra pese a los múltiples descuentos y promociones que se ofrecen. Es que estos precios saltaron mucho entre diciembre y enero pero los ingresos populares jamás recompusieron en igual proporción.
Así, la CBA promedió los 421.474 pesos para una “familia tipo”, joven de cuatro integrantes, en agosto. Dicha canasta contempla el precio de alimentos básicos (fideos, arroz, harina), frescos (papa, batata, huevos), lácteos, carnes populares, yerba, etc. Su valor determina la “línea de indigencia”, es decir el umbral de ingresos que debió percibir una familia tipo en agosto para no caer en la pobreza extrema. Para el caso de un “adulto equivalente” ese umbral fue de 136.399 pesos. En tanto, la CBT incluye otros bienes y servicios y en agosto promedió los 939.887 pesos para una familia tipo, mientras que para el adulto equivalente fue de 304.170 pesos.
Cabe notar que de acuerdo a lo que resolvió el Consejo del Salario en su última reunión, el valor del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) ascenderá a 268.056 pesos recién en septiembre y a partir de octubre será de 271.571 pesos. Es decir, ni siquiera con los ingresos de octubre una persona que cobre el SMVM podría comprar la CBT de agosto y así evitar caer en la pobreza. Esta es una realidad apremiante que aqueja cada vez a más personas y familias en el país, a la par que el Gobierno niega aumentos en las jubilaciones o beneficios en la cobertura de salud para los titulares de planes sociales que acceden al Monotributo Social. El Gobierno de La Libertad Avanza oculta detrás de un discurso de “enderezar la Argentina, saneando las cuentas públicas y bajando la inflación (lo cual está muy en duda)” una sencilla falta de sensibilidad social que preocupa.